jueves, 30 de julio de 2015

Globo con Caliche

Ahí iba Horacio, en un vuelo con inicio y fin y turbulencias, muchas turbulencias.
Su mente parecía estar destinada a volar y volar sin fecha de aterrizaje.
Entre nubes pregunta tras pregunta atormentaba su viaje y entre árboles, ríos, mares y montañas no era distinto.
Un ser tan vacío como un globo con un caliche. Imposible de llenar, difícil de parchar e insignificante para tomarse la molestia de arreglarlo.
La diferencia es que este globo con caliche sentía, hablaba, pensaba y sufría. Sobretodo eso, sufría, y al poseer todas estas cualidades también soñaba.
Como todos fantaseaba con una vida mejor, con una realidad mejor, soñaba con poderse inflar algún día y volar y hacer feliz a alguien hasta que llegue el día de reventarse.
Soñar no cuesta nada dicen algunos, pero tal vez algún día un sabio diga que soñar puede costarte la vida y si no lo han dicho aún, entonces algún día un iluso soñador empedernido lo afirmará.
No basta ser soñador. Al soñador se le pasa la vida, se estanca, pierde la existencia enamorado de sus sueños. Entre ilusiones y fantasías, entre riquezas imaginarias y amores imposibles el reloj de arena hace su trabajo y el soñador termina hundiéndose consumido en el tiempo.
Se necesita ser hacedor, no hay garantía de éxito y felicidad, pero si hay garantía de saber acerca de que ocurre con el famoso “¿Qué pasaría si es que?”. Y aunque tal vez no todos valoren la importancia de eso, libera el alma saber ese pequeño detalle. En definitiva ser hacedor es de valientes y de locos locoo locoo locoooooo
  • ü  ¡Ehh que! ¿Qué paso?
  • §  ¡Hasta que despertaste Horacio! ¡Ya vamos tarde al colegio, apúrate loco!
  • ü  Hoy me le declaro a Leticia. ¡El globo se infla porque se infla!






Abue "Mamita Mary"

"Tengo un sueño" dijo un hombre alguna vez. "Nuestro pequeño mundo está rodeado de sueños" dijo Shakespeare.
Sueños me sobran y mi pequeño mundo me falta digo yo y la luna llena de risas, las suelta sobre mi sin reparo.
Poemas de Bécquer, canciones de Sanz, todo eso en tu nombre ya que no estás.
Neruda clarifica el panorama y con tristes baladas me desmayo en la cama.
Toda una Ilíada de sentimientos se mezclan con mis pensamientos y que Odisea escapar de ambos juntos.
Batallas épicas se libran dentro de mí y afuera la desesperación ya casi derrumba la puerta.
La razón se me acaba y el dolor aumenta. Todo es de cristal y tú ya no estás con tu suavidad.
No estás aquí conmigo, pero siempre lo has estado y lo estarás. Duele, pero sé que te amo y ese amor me alivia un tanto.

Jaula Encarcelada

La luna y las estrellas ya no son más mis amigas, me lo sopló al oído el viento.
Tu recuerdo de la mano con la melancolía, producen lágrimas sobre mis mejillas.
Mil millones de momentos junto a ti viví, si es que no perdí la cuenta.
Ahora que no estás dejaste una gran herida en mí, si es que no te diste cuenta.

La historia de un pequeño pájaro que no pudo volar y decidió encerrarse en una jaula.
La historia de la jaula que es presa del pájaro.
Todo está al revés, el sol y la luna ya no iluminan nada, ahora solo se que el sol es caliente y la luna fría.  
Ahora solo sé que mi corazón sufre por tu partida.

El tiempo pasará, tal vez la herida cerrará, pero la cicatriz jamás se irá.
Tu recuerdo será el fantasma que me atormente en las noches de soledad.
Pero la vida pasa rápido y si nos detenemos a quejarnos de lo mal que nos va, la lluvia nos alcanzará.
Solo queda aprender a vivir con el dolor y el olor del recuerdo, queda aprender a vivir con las cicatrices del alma y queda aprender de nuestros errores.

Queda aprender a vivir aprendiendo de lo vivido, para no vivir de nuevo lo que ya aprendimos que no era bueno.

Un Sentimiento Llamado Almohada

Hoy no es un día normal.
Hoy se cocina en la sala especial un banquete de sentimientos.
Todos para degustar en el momento, no sé permite poner para llevar.

Se presenta el menú de hoy .
Lágrimas de dolor con un toque de sal.
Un poco de enojo para acompañar.
Y bueno la almohada, el ingrediente especial.

Un sentimiento llamado Almohada, refugio y escape, ahogo y desahogo, beso y golpe, sueño e insomnio.
Es irónico, tanto que digerir y nada llena, por el contrario nos vacía.

Hoy me siento almohada, mi cabeza no descansa, mi mente sale volando, mi corazón se estremece y mi alma la principal víctima de este sentimiento llamado almohada.

La Sala de los Sueños

Los pensamientos vuelan libres y sin dirección.
Los sentimientos se golpean entre las paredes del alma, ciegos sin intuición.
El cuerpo reacciona, los ojos son nubes que dejan caer la lluvia sobre un rostro decaído y sin emoción.
La sonrisa se perdió en el laberinto de un mal día, tal vez mañana encuentre la salida.
Ahora solo queda cerrar los ojos y ver lo que queramos.
La película al fin va a  empezar, se proyecta en la sala más grande de todas, libre de intrusos y llena de ilusión.

Pero incluso en la sala de los sueños la función acaba y al otro día habrá una película diferente que rodar.

Temblor al Amor

La vida se empieza a burlar del chiste de un payaso que se enamoró.
Un sentimiento, el mejor juego del mundo, la mentira que le da sentido a las verdades.
Todos sabemos de qué se trata, por suerte o por desgracia.
Amor, la magia que cuando desaparece causa el más fuerte dolor.

Una vez que se fracasa en este juego, una vez que hemos perdido.
No queremos revancha por un buen tiempo.
Equivocados pensamos que podemos decidir no involucrarnos de nuevo, pero pronto y sin darnos cuenta volvemos a entrar al juego.

Las heridas del pasado tienen aturdido al corazón.
El miedo a ser rechazado no permite que el “enamorado” exprese lo que siente.
El amor que cree sentir a gritos le dice arriésgate.
El corazón temerario dice, aunque aún duela aventurémonos por ella.

Y como señora seria y a veces tomada por aguafiestas, la razón a golpes nos recuerda el dolor que pasó.
Y es ahí cuando hace temblar al dichoso amor que creemos sentir, que si es verdadero y terco lo tomará como un pequeño empujón, pero si es tan solo una ilusión, cae.

Y la aventura del corazón se cancela hasta próximo aviso.